Llueve y truena ahí fuera. Y yo que pensaba que se había acabo el invierno. O sigue con nosotros o la primavera es más traicionera de lo que nos da a entender su género. Vaya usted a saber (y llámeseme lo que se quiera!)
Hace ya mucho tiempo que busco el mío. Pero entre unas cosas y otras me rehúye. Se esconde. Pasa volando y sin dar oportunidad a despedirme. Ni a presentarme siquiera. Se me escapa entre las manos. Hago lo que quiero, sí. Pero eso tiene un alto precio. Juro que de estas prisiones, más lisonjero me vi. ¿Soñaba o estaba entonces despierto?. ¿Sueño ahora o el mayor bien es pequeño?.
Yo, voy a dormir. Dulces sueños.