Saturday, January 24, 2009

de la espera

Y venció el ansia. Me muero por escribir. Más, pero sobre todo mejor. Sé que puedo y ahora además quiero. Veo ideas en todas partes. Y no sólo eso: las siento. He ahí la novedad: vuelvo a sentir. Lo de ser sensible es un gran comienzo, creo. De ser productivo ya hablamos otro día. Tan pronto como me ponga manos a la obra.

4 comments:

Unknown said...

La primera parte del Quijote es más fresca, más intuitiva, más llena de ideas desordenadas, de ideas sentidas... La segunda parte está más pensada, más calculada, más literaturizada...De todas formas, el Quijote es nuestra "biblia laica" y, como tal, es nuestra obligación leer un poco cada día y andar un poco cada día para ver mucho y saber mucho ¿no le parece?

karmagh said...

Por supuesto, tienes razón. Es lo que pasa por encontrarme literatos y no políticos de fiesta. No obstante, y volviendo al tema, es precisamente su frescura, originalidad y sentimiento lo que me hace (y esto no ha cambiado) seguir con la primera parte como favorita.

Ver mucho es importante. Pero lo de andar mucho ya no debería ser un problema. Al menos para ti. Te recuerdo que, al final, conseguí venderte la moto. Por cierto, ¿cuándo pasas a buscarla?

Unknown said...

¿cómo no va a ser un problema para mí eso de andar mucho si ya me van doliendo las rodillas? Quizá debería pasarme a por la moto pa' no andar tanto y rular más rápido.

Y sobre la "biblia laica", creo que no entendiste lo que te decía (y puede que el alcohol tuviera algo que ver en la interferencia), porque yo no defendía a ultranza la segunda parte, simplemente decía que son dos libros distintos pero complementarios. Pero vaya, que del Quijote se ha hablado tanto, tanto, tanto, que no es cuestión de monotematizar tu bitácora.
Un saludo, joni(fer)

karmagh said...

Demasiadas interferencias hubo, sí. O demasiado pocas. Al alcohol, mira tú por donde, también lo eché en falta. Lo mismo da.

Sobre la moto no te preocupes, o vienes a buscarla o te la llevamos a casa. Hay servicio a domicilio.

Un beso.