Muy ancho me queda a mi el sayo de Don Juan . Quién me ha visto y quién me ve. Sólo la necesidad me hace venderme. Y cada vez a mejor precio. Lástima que sea el vino el que ponga las cosas en su sitio: sigo estando solo. Tanto como al principio. Pero ahora duele más. Maldita soledad. Es más intensa, más fría. Su recuperación más tardía. Y es ella, amigos míos, y no la brisa de los Alpes la que me obliga a buscar calor en bares y alcobas varias. Donde el aire se enrarece. Y cuando la luz se atenúa.
Encontraré, aún si me esfuerzo, un pasaje para terminar. Algo que todavía le envidio a El Tenorio:
"Llamé al cielo y no me oyó
y pues sus puertas me cierra,
de mis pasos en la Tierra
responda el cielo, no yo."
Don Juan Tenorio (José Zorrilla)
Saturday, November 14, 2009
Subscribe to:
Comments (Atom)