Friday, June 13, 2008

viva Irlanda!

Hoy es un gran día. Casi no me lo creo. El No acaba de ganar en Irlanda el único referéndum del Tratado de Lisboa que se celebra en todos los países de la unión (27!) El resto de los países (recalco 26/27) lo han sometido o someterán a una simple votación en el parlamento estatal respectivo. Hay que recordar que el voto en contra de Irlanda provoca que el Tratado no pueda ser finalmente aplicado. Y es que el voto en contra de cualquiera de los países hace imposible su aplicación. Pasa lo mismo que otrora 4 años cuando Francia y Holanda recharazon la Constitución Europea. Precisamente este es uno de los puntos que se quería cambiar con el viejo tratado.

Lo más excitante es oír hablar a los políticos mal llamados europeístas. Esos que dicen que aún seguirán aprobando ratificaciones a espaldas del pueblo. Todo para atajar la crisis que dicen esto provocará en en seno de la Unión Europea. Es su propia crisis la que tratan de evitar. Sarkozy, Merkel y Zapatero (cuando le de por hablar) Otro ejemplo de la nueva burguesía europea: Enrique Barón (ex presidente del Parlamento Europeo), se queja: “no tiene sentido someter este tipo de procesos del que dependen casi 500 millones de personas a la ruleta rusa.” O sea, la voluntad del pueblo. Si en el fondo, no estoy diametralmente en contra del Tratado. A decir verdad yo, como seguro la casi totalidad del pueblo de Irlanda, no lo he leído (ustedes ya pueden hacerlo, aquí) Pero me alegro de que el pastel europeo se les haya indigestado.

Después de mi alegría inicial reconozco que me asaltan ciertas dudas. No sería limpio ni justo contar sólo la parte de la historia que más me conviene. Allez y, son muchos los críticos que están de acuerdo con que la negativa de los irlandeses está provocada más bien por el egoísmo. Tratan de evitar perder ciertos privilegios de los que ahora disponen y que, entre otras cosas, han permitido aumentar su renta per cápita del 90% de la media europea al 130% en sólo 20 años (son sólo superados por Luxemburgo) Algunos alegan (joder, nunca había usado este verbo en el buen sentido, que sensación tan agradable...) que ha sido el desconocimiento del Tratado y la falta de acierto del gobierno irlandés al no haber vendido bien (cito textualmente) las ventajas del famoso documento. En ningún caso han sido sus motivaciones parecidas a las mias. Pero bien está lo que bien acaba.

No comments: