Se han fijado que da igual quién haya sacado más votos o más concejales o lo que sea. Todos los partidos dicen haber ganado las elecciones. Hasta Izquierda Unida (quien la ha visto y quien la ve!) dice que ha obtenido unos buenos resultados.
Todo para salir bien en la foto. Por todos es sabido que la palabra fracaso no ayuda a nadie. Nunca. Pasa, un poco, lo que contaba el otro día. Reconocer los errores tampoco está de moda. Mejor es no bajarse del burro, que mucho costó llegar hasta allá arriba.
Tuesday, May 29, 2007
Sunday, May 27, 2007
de lo que pudo ser y no fue
Creo que todavía es lago temprano para todo esto. No habría porque ser pesimista. Tengo apenas 22 años y las datos más objetivos dicen que me esperan más de 50, siempre y cuando no coja algún mal vicio. Digo, alguno más de los que ya tengo. De todas formas, 50 años es mucho tiempo. Al menos desde mi punto de vista. Mi abuela cuenta otra cosa.
No, no soy Jorge Luis Borges. Tampoco tengo 85 años. No sé si me estoy muriendo o no (incluso aunque algunos piensen que empezamos a morir desde que nacemos y que morimos, poco a poco, hasta el final; pero no quiero hablar de eso ahora). Sin embargo y con todo eso, sí veo que algunas cosas ya no van a poder ser.
Discúlpenme si no las enumero aquí, pero me pareció un poco cruel (y ya después del último post, quiero ser un poco menos duro).
Supongo que en eso consiste madurar (en su versión más triste), en ir aceptando con el tiempo que sí tenemos limitaciones. Que hay cosas imposibles.
Mientras escribo me mira una niña. ¿Se han fijado lo curiosos que son los niños?. Menos mal que su padre la vigila. ¿Y la prisa que tienen por crecer?. Pobres!. No saben lo que les espera. Eso de tener la libertad de decidir por si mismos gusta mucho. Pero el peso de equivocarse es muy grande. Aunque, a veces, ni grandes ni pequeños lo queramos ver.
PD: Por cierto que, últimamente, sólo me miran las niñas. Debe ser que crecen y, como digo, pierden la ilusión. O, tal vez, maduran y se hacen conscientes de sus limitaciones :-P.
Lecturas Recomendadas: "Instantes" - Jorge Luis Borges
No, no soy Jorge Luis Borges. Tampoco tengo 85 años. No sé si me estoy muriendo o no (incluso aunque algunos piensen que empezamos a morir desde que nacemos y que morimos, poco a poco, hasta el final; pero no quiero hablar de eso ahora). Sin embargo y con todo eso, sí veo que algunas cosas ya no van a poder ser.
Discúlpenme si no las enumero aquí, pero me pareció un poco cruel (y ya después del último post, quiero ser un poco menos duro).
Supongo que en eso consiste madurar (en su versión más triste), en ir aceptando con el tiempo que sí tenemos limitaciones. Que hay cosas imposibles.
Mientras escribo me mira una niña. ¿Se han fijado lo curiosos que son los niños?. Menos mal que su padre la vigila. ¿Y la prisa que tienen por crecer?. Pobres!. No saben lo que les espera. Eso de tener la libertad de decidir por si mismos gusta mucho. Pero el peso de equivocarse es muy grande. Aunque, a veces, ni grandes ni pequeños lo queramos ver.
PD: Por cierto que, últimamente, sólo me miran las niñas. Debe ser que crecen y, como digo, pierden la ilusión. O, tal vez, maduran y se hacen conscientes de sus limitaciones :-P.
Lecturas Recomendadas: "Instantes" - Jorge Luis Borges
Saturday, May 26, 2007
de cuando la verdad se mide en %
Hace no demasiado me ví implicado en una conversación en la que me insinuaron que yo decía mucho la verdad. Sé que en la primera lectura suena muy raro. Pero la cosa no mejora con la segunda. Prueben y vean.
Parece ser que eso de decir "la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad" pasó a la historia. Piensan algunos (quizá los más honestos, o tal vez los más falsos) que eso no es mentir. Y tienen razón. Todo es cuestión de definiciones, si uno se fija. Que bien lo sabía Thomas Hobbes. Luego, no decir la verdad no es mentir. Es una forma sútil de utilizar la desinformación de los demás en beneficio propio. ¿Para qué?. Dicen esas personas honestas que no para hacer daño. Mienten otra vez (por más que les pese) No son malas personas. Son sólo cobardes. No son capaces de enfrentar sus verdades. Se sienten incómodos. Se mienten a sí mismos y mienten a los demás (y les cantó el gallo al rayar el alba, como a San Pedro)
En esta sociedad no nos contentamos ya con decir que la verdad es relativa. Ahora también relativizamos la mentira. ¿Dondé acabaremos?.
No desconfien del que miente. Todos lo hacemos más tarde o más temprano. Tengan cuidado, más bien, con aquellos que dicen la verdad. ¿Qué esconderan?.
Termino como empecé, con una anécdota. Me daba una buena amiga, hace algún tiempo, mientras compartiamos un té el mejor ejemplo de todo lo que intento contarles. Hablabamos de chicos (¿de qué sino hablan las mujeres? :-P) Ella, dulce como la que más, me respondió de esta manera cuando le pregunté por qué le mentía a ese chico tan especial: No le miento Joni, sólo le cuento el 60% de la verdad.
Parece ser que eso de decir "la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad" pasó a la historia. Piensan algunos (quizá los más honestos, o tal vez los más falsos) que eso no es mentir. Y tienen razón. Todo es cuestión de definiciones, si uno se fija. Que bien lo sabía Thomas Hobbes. Luego, no decir la verdad no es mentir. Es una forma sútil de utilizar la desinformación de los demás en beneficio propio. ¿Para qué?. Dicen esas personas honestas que no para hacer daño. Mienten otra vez (por más que les pese) No son malas personas. Son sólo cobardes. No son capaces de enfrentar sus verdades. Se sienten incómodos. Se mienten a sí mismos y mienten a los demás (y les cantó el gallo al rayar el alba, como a San Pedro)
En esta sociedad no nos contentamos ya con decir que la verdad es relativa. Ahora también relativizamos la mentira. ¿Dondé acabaremos?.
No desconfien del que miente. Todos lo hacemos más tarde o más temprano. Tengan cuidado, más bien, con aquellos que dicen la verdad. ¿Qué esconderan?.
Termino como empecé, con una anécdota. Me daba una buena amiga, hace algún tiempo, mientras compartiamos un té el mejor ejemplo de todo lo que intento contarles. Hablabamos de chicos (¿de qué sino hablan las mujeres? :-P) Ella, dulce como la que más, me respondió de esta manera cuando le pregunté por qué le mentía a ese chico tan especial: No le miento Joni, sólo le cuento el 60% de la verdad.
Saturday, May 19, 2007
frases para no olvidar I
Autor: Papa Benedicto XVII
La frase: (sobre la evangelización de América) "no supuso en ningún momento una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña".
Los hechos: el pontífice parece olvidar los varios millones de personas que fueron masacrados durante la conquista y colonización de América. Es, para todos los expertos, el mayor holocausto de todos los tiempos.
Comentario: tampoco es que esté en todo de acuerdo con las políticas de Hugo Chavez en Venezuela; pero sobre este mismo tema comentó: "¿será por eso que la Iglesia Católica cada día pierde más creyentes?".
La frase: (sobre la evangelización de América) "no supuso en ningún momento una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña".
Los hechos: el pontífice parece olvidar los varios millones de personas que fueron masacrados durante la conquista y colonización de América. Es, para todos los expertos, el mayor holocausto de todos los tiempos.
Comentario: tampoco es que esté en todo de acuerdo con las políticas de Hugo Chavez en Venezuela; pero sobre este mismo tema comentó: "¿será por eso que la Iglesia Católica cada día pierde más creyentes?".
Thursday, May 17, 2007
"sed dignos de nosotros"
No soy para nada seguidor del recién elegido presidente de Francia Nicolas Sarkozy. Ni siquiera pienso que vaya a servir de mucho su última propuesta. La siguiente carta será leída en el inicio de curso académico en los institutos franceses. No obstante, se me erizan los pelos al leerla.
Está firmada por Guy Moquet. Un joven comunista de 17 años fusilado junto con 27 compañeros en las afueras de París en 1941 por las tropas de ocupación Nazis:
"Mi querida mamaíta, mi adorado hermanito, mi amado papaíto:
¡Voy a morir! Lo que os pido, sobre todo a ti, mamaíta, es que seáis valientes. Yo lo soy y quiero serlo, así como todos los que han pasado antes de mí. Sin duda, me hubiese gustado vivir. Pero lo que deseo de todo corazón es que mi muerte sirva para algo. No tendré tiempo de abrazar a Jean. Abracé a mis dos hermanos Roger y Rino. No he podido hacerlo con el verdadero, lamentablemente. Espero que te entreguen toda mi ropa, porque podrán servir para Serge; doy por descontado que estará feliz de llevarla algún día. Papaíto, sé que, como a mamaíta, te he causado bastantes penas y te saludo por última vez. Quiero que sepas que he hecho todo lo posible para seguir el camino que me has marcado.
Un último adiós a todos mis amigos, y a mi hermano, al que quiero mucho. Que estudie para que se haga un hombre.
Diecisiete años y medio. Mi vida ha sido corta, no lamento nada, sólo dejaros. Voy a morir con Tintin y Michels. Mamá, te lo pido: quiero que me prometas que serás valiente y superarás tus penas.No puedo escribir más. Os dejo a todos, a todas. A ti, mamá, a Serge, a papá, abrazándoos con todo mi corazón de niño. ¡Valor!
Vuestro Guy, que os quiere.
PD: A quienes os quedáis: sed dignos de nosotros, de los 27 que vamos a morir".
Está firmada por Guy Moquet. Un joven comunista de 17 años fusilado junto con 27 compañeros en las afueras de París en 1941 por las tropas de ocupación Nazis:
"Mi querida mamaíta, mi adorado hermanito, mi amado papaíto:
¡Voy a morir! Lo que os pido, sobre todo a ti, mamaíta, es que seáis valientes. Yo lo soy y quiero serlo, así como todos los que han pasado antes de mí. Sin duda, me hubiese gustado vivir. Pero lo que deseo de todo corazón es que mi muerte sirva para algo. No tendré tiempo de abrazar a Jean. Abracé a mis dos hermanos Roger y Rino. No he podido hacerlo con el verdadero, lamentablemente. Espero que te entreguen toda mi ropa, porque podrán servir para Serge; doy por descontado que estará feliz de llevarla algún día. Papaíto, sé que, como a mamaíta, te he causado bastantes penas y te saludo por última vez. Quiero que sepas que he hecho todo lo posible para seguir el camino que me has marcado.
Un último adiós a todos mis amigos, y a mi hermano, al que quiero mucho. Que estudie para que se haga un hombre.
Diecisiete años y medio. Mi vida ha sido corta, no lamento nada, sólo dejaros. Voy a morir con Tintin y Michels. Mamá, te lo pido: quiero que me prometas que serás valiente y superarás tus penas.No puedo escribir más. Os dejo a todos, a todas. A ti, mamá, a Serge, a papá, abrazándoos con todo mi corazón de niño. ¡Valor!
Vuestro Guy, que os quiere.
PD: A quienes os quedáis: sed dignos de nosotros, de los 27 que vamos a morir".
Saturday, May 12, 2007
de cuando el aire corta
Supongo que todos hemos pasado alguna vez por una de esas situaciones incómodas en las que hasta el sonido de la respiración, tan agradable a veces, se vuelve molesto. Quizá suponga mucho, pero por una vez y para variar, creo estar en lo cierto.
Hay momentos cuando, sin siquiera saber por qué, acaba uno liado en esos eternos silencios donde las distancias se hacen enormes y también los tiempos se dilatan (quién se lo iba a decir al pobre de Einstein...)
De verdad. Me encantaría tener una receta, un formulario. Algo que indique cómo salir de esas circunstancias no del todo mal parado. Pero tampoco es el caso. Como mucho, y en esta ocasión sí es poco, tenemos la experiencia. Nos advierte ésta de no repetir los mismos fallos. De no tropezar con las mismas piedras. Pero es que hay tantas piedras! Casi tantas como problemas en el camino.
Hablo yo, y ya va siendo hora de explicarme bien, de mi preocupante falta de virtudes sociales. Véase el sentido común (el social, del otro mejor no hablo), de la sutileza de leer entre líneas, de lo superfluo de las palabras en ciertos momentos.
No sé. Tal vez sea cosa mía, pero con el paso del tiempo son más los silencios incómodos que los agradables. Y eso que llevo toda la vida advirtiendo a los políticos que para decir tonterías mejor cerrar la boca. Pero hoy no. No quiero hablar de política. Ya tenemos suficiente.
En definitiva, creo que el problema está en lo poco que sabemos usar el silencio. De dar pausas a las conversaciones. De tomarnos nuestro tiempo. Entonces, y por lo tanto, tampoco estamos acostumbrados a soportarlo. Sobre todo cuando el aire corta. Sobre todo cuando los silencios duelen.
Dijo una vez George Clemenceau: "Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra." Ahí es nada.
PD: Por cierto, Clemenceau fue, entre otras cosas, Primer Ministro francés durante la Primera Guerra Mundial. Toda cultura es poca.
Hay momentos cuando, sin siquiera saber por qué, acaba uno liado en esos eternos silencios donde las distancias se hacen enormes y también los tiempos se dilatan (quién se lo iba a decir al pobre de Einstein...)
De verdad. Me encantaría tener una receta, un formulario. Algo que indique cómo salir de esas circunstancias no del todo mal parado. Pero tampoco es el caso. Como mucho, y en esta ocasión sí es poco, tenemos la experiencia. Nos advierte ésta de no repetir los mismos fallos. De no tropezar con las mismas piedras. Pero es que hay tantas piedras! Casi tantas como problemas en el camino.
Hablo yo, y ya va siendo hora de explicarme bien, de mi preocupante falta de virtudes sociales. Véase el sentido común (el social, del otro mejor no hablo), de la sutileza de leer entre líneas, de lo superfluo de las palabras en ciertos momentos.
No sé. Tal vez sea cosa mía, pero con el paso del tiempo son más los silencios incómodos que los agradables. Y eso que llevo toda la vida advirtiendo a los políticos que para decir tonterías mejor cerrar la boca. Pero hoy no. No quiero hablar de política. Ya tenemos suficiente.
En definitiva, creo que el problema está en lo poco que sabemos usar el silencio. De dar pausas a las conversaciones. De tomarnos nuestro tiempo. Entonces, y por lo tanto, tampoco estamos acostumbrados a soportarlo. Sobre todo cuando el aire corta. Sobre todo cuando los silencios duelen.
Dijo una vez George Clemenceau: "Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra." Ahí es nada.
PD: Por cierto, Clemenceau fue, entre otras cosas, Primer Ministro francés durante la Primera Guerra Mundial. Toda cultura es poca.
Thursday, May 3, 2007
sobre la estrella de la muerte
Fue hace mucho mucho tiempo, sí. En una galaxia muy muy lejana. Eso también es verdad. Pero las similitudes de lo que les quiero contar con la saga de La Guerra de Las Galaxias acaba aquí. Lo prometo!
La verdad es que ante un principio como este no quiero terminar de hacerla y quedarme yo solo, pero necesito de ustedes un poquito más de atención antes de abandonar la lectura. Prometo que será interesante. Voy a intentar darles una versión reducida de un fenómeno crucial en el universo. No quiero enrollarme con detalles pero tampoco quiero que no lleguen a la esencia, porque es de eso de lo que va todo esto.
Esas partículas tan minusculas que nos forman (a nosotros y a todo lo que nos rodea: aire, tierra, agua, etc) y que llámamos átomos tienen diversos tamaños y pesos. Resulta que la única explicación para la existencia de átomos de carbono, oxígeno, sodio, calcio o las decenas que vienen detrás de ellos (y que son los que forman mis huesos, mis músculos, pero aún más: el aire que respiro) es la fusión estelar.
Seré breve en esto. Es en el centro de una estrella, donde la temperatura y la presión son inimaginables donde todo tiene lugar. Ahí y sólo ahí y mediante un proceso bastante complicado es posible la creación de todos los átomos que dan forma al universo.
Se me escapa si lo visualizan ya con certeza, pero a mis ojos es claro de entender: todo, absolutamente todo lo que vemos, todo lo que somos, de lo que estamos hechos; y repito una vez más TODO ha sido creado en el centro de una estrella a millones de grados y miles de millones de kilómetros de aquí. Esto no es una divagación mía, ni tan siquiera una teoría científica un poco alocada. Es un hecho. Espero que, hasta ahora, me sigan todos.
Yo no quería hablar del pasado. Quería darles cierta perspectiva. El futuro, nuestro futuro, no es incierto como muchos dicen. Tan pronto como yo muera (o mucho antes si somos más exactos) mis partes constituyentes empezarán a desprenderse e irán dando lugar a otras formas de vida junto con las de ustedes. Tal y como debe ser según las leyes de la biología.
Pero digo más: tan pronto como esta bola de roca reviente en cien mil pedazos (esten tranquilos, soy optimista respecto a eso: nos sigue quedando mucho tiempo) nuestras partes fundamentales, una vez más, formarán nuevas estrellas y darán luz a otros mundos. Incluso, tal y como firmemente creo, darán lugar a la vida otra vez.
No sé si ya vislumbran, como yo, la grandeza del argumento: la muerte no existe. El universo es un baile de átomos que ora son estrellas, ora son agua, u ora forman el corazón que tantos problema me causa. Así ha sido durante mucho tiempo y así será durante mucho más. Repito, no es una teoría. Es tan cierto como impactante.
Si uno deja atrás la idea de la inmortalidad clásica y entiende que se es un todo, no ya con los demás seres humanos; no incluso con La Tierra; sino con el Universo en su conjunto. Entonces, ante lo eterno que parece el tiempo a escalas cósmicas, hablar de la muerte es simplemente banal, insustancial. No tiene sentido.
No se confundan conmigo. No he entrado a formar parte de ninguna secta. Por supuesto que todos moriremos algún día y, pésenos mucho, no podemos cambiar eso. Es la forma de entender ese estado, la muerte, la que nos hace pasar algunos quebraderos de cabeza. Muy humildemente, es contra eso contra lo que lucho
Y señores, me falta un final. Pero ya les dije: no lo hay. Si acaso, y muy modestamente, acéptenme un consejo. Intenten entender la vida y la muerte como parte de una misma cosa. No algo que estaba aquí antes de nosotros llegar y que estará cuando nos vayamos. Si piensan así es que no han entendido nada! Siempre hemos estado aquí y siempre lo estaremos.
Es por todo lo anterior que pienso que nos volveremos a encontrar, alguna vez. Dentro de algún tiempo, tarde o temprano. Y entonces, como en un principio, seremos uno.
La muerte, para nosotros y por lo tanto, no puede existir. Vivamos sin miedo entonces.
La verdad es que ante un principio como este no quiero terminar de hacerla y quedarme yo solo, pero necesito de ustedes un poquito más de atención antes de abandonar la lectura. Prometo que será interesante. Voy a intentar darles una versión reducida de un fenómeno crucial en el universo. No quiero enrollarme con detalles pero tampoco quiero que no lleguen a la esencia, porque es de eso de lo que va todo esto.
Esas partículas tan minusculas que nos forman (a nosotros y a todo lo que nos rodea: aire, tierra, agua, etc) y que llámamos átomos tienen diversos tamaños y pesos. Resulta que la única explicación para la existencia de átomos de carbono, oxígeno, sodio, calcio o las decenas que vienen detrás de ellos (y que son los que forman mis huesos, mis músculos, pero aún más: el aire que respiro) es la fusión estelar.
Seré breve en esto. Es en el centro de una estrella, donde la temperatura y la presión son inimaginables donde todo tiene lugar. Ahí y sólo ahí y mediante un proceso bastante complicado es posible la creación de todos los átomos que dan forma al universo.
Se me escapa si lo visualizan ya con certeza, pero a mis ojos es claro de entender: todo, absolutamente todo lo que vemos, todo lo que somos, de lo que estamos hechos; y repito una vez más TODO ha sido creado en el centro de una estrella a millones de grados y miles de millones de kilómetros de aquí. Esto no es una divagación mía, ni tan siquiera una teoría científica un poco alocada. Es un hecho. Espero que, hasta ahora, me sigan todos.
Yo no quería hablar del pasado. Quería darles cierta perspectiva. El futuro, nuestro futuro, no es incierto como muchos dicen. Tan pronto como yo muera (o mucho antes si somos más exactos) mis partes constituyentes empezarán a desprenderse e irán dando lugar a otras formas de vida junto con las de ustedes. Tal y como debe ser según las leyes de la biología.
Pero digo más: tan pronto como esta bola de roca reviente en cien mil pedazos (esten tranquilos, soy optimista respecto a eso: nos sigue quedando mucho tiempo) nuestras partes fundamentales, una vez más, formarán nuevas estrellas y darán luz a otros mundos. Incluso, tal y como firmemente creo, darán lugar a la vida otra vez.
No sé si ya vislumbran, como yo, la grandeza del argumento: la muerte no existe. El universo es un baile de átomos que ora son estrellas, ora son agua, u ora forman el corazón que tantos problema me causa. Así ha sido durante mucho tiempo y así será durante mucho más. Repito, no es una teoría. Es tan cierto como impactante.
Si uno deja atrás la idea de la inmortalidad clásica y entiende que se es un todo, no ya con los demás seres humanos; no incluso con La Tierra; sino con el Universo en su conjunto. Entonces, ante lo eterno que parece el tiempo a escalas cósmicas, hablar de la muerte es simplemente banal, insustancial. No tiene sentido.
No se confundan conmigo. No he entrado a formar parte de ninguna secta. Por supuesto que todos moriremos algún día y, pésenos mucho, no podemos cambiar eso. Es la forma de entender ese estado, la muerte, la que nos hace pasar algunos quebraderos de cabeza. Muy humildemente, es contra eso contra lo que lucho
Y señores, me falta un final. Pero ya les dije: no lo hay. Si acaso, y muy modestamente, acéptenme un consejo. Intenten entender la vida y la muerte como parte de una misma cosa. No algo que estaba aquí antes de nosotros llegar y que estará cuando nos vayamos. Si piensan así es que no han entendido nada! Siempre hemos estado aquí y siempre lo estaremos.
Es por todo lo anterior que pienso que nos volveremos a encontrar, alguna vez. Dentro de algún tiempo, tarde o temprano. Y entonces, como en un principio, seremos uno.
La muerte, para nosotros y por lo tanto, no puede existir. Vivamos sin miedo entonces.
Tuesday, May 1, 2007
del ocaso
Se pone ya el sol pero un poco calienta todavía.
¿Importa quién se mueva?.¿Si nosotros o él?. ¿Cambiaría algo si fuera al revés?. Yo no quiero saberlo. Tengo suficiente con sufrir cada día una noche. Me conformo con vagar en la oscuridad hasta que él vuelva.
Los que tiene buena noche es porque, a menudo, no piensan mucho. Tal vez es mejor así. Sin soluciones, pero sin problemas. Tal vez no es mejor, pero más fácil.
Ya encienden las luces. Empieza a hacer frío. Mejor me marcho ya. Mañana será otro día. Eso me hace sentir mejor. ¿Por qué?. Al amanecer mira al este. Lo entenderás enseguida.
¿Importa quién se mueva?.¿Si nosotros o él?. ¿Cambiaría algo si fuera al revés?. Yo no quiero saberlo. Tengo suficiente con sufrir cada día una noche. Me conformo con vagar en la oscuridad hasta que él vuelva.
Los que tiene buena noche es porque, a menudo, no piensan mucho. Tal vez es mejor así. Sin soluciones, pero sin problemas. Tal vez no es mejor, pero más fácil.
Ya encienden las luces. Empieza a hacer frío. Mejor me marcho ya. Mañana será otro día. Eso me hace sentir mejor. ¿Por qué?. Al amanecer mira al este. Lo entenderás enseguida.
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