Creo que todavía es lago temprano para todo esto. No habría porque ser pesimista. Tengo apenas 22 años y las datos más objetivos dicen que me esperan más de 50, siempre y cuando no coja algún mal vicio. Digo, alguno más de los que ya tengo. De todas formas, 50 años es mucho tiempo. Al menos desde mi punto de vista. Mi abuela cuenta otra cosa.
No, no soy Jorge Luis Borges. Tampoco tengo 85 años. No sé si me estoy muriendo o no (incluso aunque algunos piensen que empezamos a morir desde que nacemos y que morimos, poco a poco, hasta el final; pero no quiero hablar de eso ahora). Sin embargo y con todo eso, sí veo que algunas cosas ya no van a poder ser.
Discúlpenme si no las enumero aquí, pero me pareció un poco cruel (y ya después del último post, quiero ser un poco menos duro).
Supongo que en eso consiste madurar (en su versión más triste), en ir aceptando con el tiempo que sí tenemos limitaciones. Que hay cosas imposibles.
Mientras escribo me mira una niña. ¿Se han fijado lo curiosos que son los niños?. Menos mal que su padre la vigila. ¿Y la prisa que tienen por crecer?. Pobres!. No saben lo que les espera. Eso de tener la libertad de decidir por si mismos gusta mucho. Pero el peso de equivocarse es muy grande. Aunque, a veces, ni grandes ni pequeños lo queramos ver.
PD: Por cierto que, últimamente, sólo me miran las niñas. Debe ser que crecen y, como digo, pierden la ilusión. O, tal vez, maduran y se hacen conscientes de sus limitaciones :-P.
Lecturas Recomendadas: "Instantes" - Jorge Luis Borges
Sunday, May 27, 2007
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