No soy para nada seguidor del recién elegido presidente de Francia Nicolas Sarkozy. Ni siquiera pienso que vaya a servir de mucho su última propuesta. La siguiente carta será leída en el inicio de curso académico en los institutos franceses. No obstante, se me erizan los pelos al leerla.
Está firmada por Guy Moquet. Un joven comunista de 17 años fusilado junto con 27 compañeros en las afueras de París en 1941 por las tropas de ocupación Nazis:
"Mi querida mamaíta, mi adorado hermanito, mi amado papaíto:
¡Voy a morir! Lo que os pido, sobre todo a ti, mamaíta, es que seáis valientes. Yo lo soy y quiero serlo, así como todos los que han pasado antes de mí. Sin duda, me hubiese gustado vivir. Pero lo que deseo de todo corazón es que mi muerte sirva para algo. No tendré tiempo de abrazar a Jean. Abracé a mis dos hermanos Roger y Rino. No he podido hacerlo con el verdadero, lamentablemente. Espero que te entreguen toda mi ropa, porque podrán servir para Serge; doy por descontado que estará feliz de llevarla algún día. Papaíto, sé que, como a mamaíta, te he causado bastantes penas y te saludo por última vez. Quiero que sepas que he hecho todo lo posible para seguir el camino que me has marcado.
Un último adiós a todos mis amigos, y a mi hermano, al que quiero mucho. Que estudie para que se haga un hombre.
Diecisiete años y medio. Mi vida ha sido corta, no lamento nada, sólo dejaros. Voy a morir con Tintin y Michels. Mamá, te lo pido: quiero que me prometas que serás valiente y superarás tus penas.No puedo escribir más. Os dejo a todos, a todas. A ti, mamá, a Serge, a papá, abrazándoos con todo mi corazón de niño. ¡Valor!
Vuestro Guy, que os quiere.
PD: A quienes os quedáis: sed dignos de nosotros, de los 27 que vamos a morir".
Thursday, May 17, 2007
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