De tiempo en tiempo me vuelve a la cabeza un viejo anhelo: huir.
No se dejen confundir por la primera impresión. No pretendo huir porque me busquen. Más bien huyo para encontrarme. Mi eterna búsqueda de la auténtica libertad. Ya saben.
Ansío en estos días más que nunca tomar un barco y así, según me acerque al horizonte, fundirme en azul. Y vivir allí. Y allí morir. En algún lugar entre el celeste y el turquí.
Tuesday, August 7, 2007
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